Ad portas de cumplir la mayoría de edad, American Idiot (Reprise Records, 2004) de Green Day sigue siendo una pieza musical fresca, rebelde y picante del género rock y punk.
17 años han pasado desde que la banda conformada por Billie Joe Armstrong, Mike Dirt y Tré Cool publicaron el séptimo álbum de una agrupación que, a esta altura de la historia, ya es una leyenda del rock.
Pero, ¿Cómo ha envejecido American Idiot? La respuesta no puede ser más que positiva: fue el salto de madurez de una agrupación que deambuló durante 10 años por sonidos y trabajos discográficos que no funcionaban del todo bien para la industria, luego del asombroso y épico Dookie (Reprise Records, 1994), álbum que le dio a Green Day la chapa de rockstar y los posicionó en el mundo de la música gracias a sus singles Basket Case y When I Come Around.
EL MUNDO PREVIO A LA LLEGADA DEL MESÍAS DE LOS SUBURBIOS
Antes del lanzamiento de American Idiot (Reprise Records, 2004) no todo era efusividad en Green Day.
La banda venía arrastrando trabajos de estudio que dejaban tanto a sus seguidores, como a los críticos de música insatisfechos, ya sea por Nimrod (Reprise Records, 1997) o Warning (Reprise Records, 2000).
Sin embargo, si bien estos álbumes no estaban muy fuera de la órbita de Green Day, a ambos les faltaba fuerza para competir con lo propuesto en el popular disco Dookie (Reprise Records, 1994).
La experimentación por un sonido menos punk, la incorporación de baladas en guitarra acústica en clave folk o incluso la poca sinceridad en la voz de Billie Joe había dejado a la banda con bastantes cuestionamientos.
Nuevos sonidos antes de american idiot
En un año marcado por sonidos nuevos y que venían a actualizar todo el escenario del rock, como el debut de Keane con el multipremiado sencillo Somewhere Only We Know de Hopes And Fears (Island Records, 2004) o la asombrosa aparición de The Killers con Hot Fuss (Island Records, 2004).
Por otro lado, el punk estaba dominado por trabajos más cercanos al pop punk, como la promisora carrera solista de Avril Lavinge, gracias a su álbum debut Let Go (Arista Records, 2002).
Bajo este escenario, Green Day parecía no encontrar su lugar hacia inicios de la década, pero gracias a un hecho aislado, terminamos escuchando American Idiot (Reprise Records, 2004).
UN ROBO Y LA OPORTUNIDAD DE COMENZAR DESDE CERO
A principios del año 2003, la banda tenía listo el álbum que vendría a ser la continuación de Warning (Reprise Records, 2000), titulado “Cigarettes and Valentines”.
Según los propios integrantes, este trabajo discográfico venía a presentar un sonido más punk parecido a placas anteriores como Kerplunk (Lookout! Records, 1991) e Insomniac (Reprise Records, 1995).
Nunca sabremos si ese veredicto será real, pues las grabaciones de todas las canciones que iban a componen el álbum fueron robadas desde el estudio de grabación.
The Who como modelo a seguir
Con Rob Cavallo a la cabeza —el productor eterno de Green Day desde Dookie— la agrupación decidió volver a escribir el álbum por completo.
¿El resultado? Una opera punk rock de un personaje llamado Jesus Of Suburbia que se ve envuelto alrededor de una sociedad estadounidense narcisista que sigue creyendo en el sueño americano y que, en verdad, es observado en su caída libre por este mesías.
Inspirados en bandas como The Who y The Clash, Green Day escribió en primer lugar la canción que le da nombre al álbum y, posteriormente, un conjunto de piezas musicales que dieron pie a Homecoming y Jesus Of Suburbia. Fue en ese minuto que Billie Joe Armstrong tuvo la brillante idea de crear un álbum conceptual.
Con Tommy (MCA Records, 1969) de The Who como modelo a seguir, el trio estadounidense creó los 13 temas principales de la placa en la cual se narra la historia de este personaje ficticio, Jesus of Suburbia.
LA LLEGADA DEL MESÍAS: AMERICAN IDIOT
Con un inicio explosivo gracias a American Idiot, el álbum abre los telones para presentar en el escenario de una sociedad estadounidense contemporánea en decadencia, a este Jesus of Suburbia.
La guitarra incesante de Billie Joe Armstrong en todas las piezas del trabajo, acompañado de las sutiles y profundas líneas de bajo de Mike Dirt sacadas de los mejores trabajos de The Clash y, junto a la perfecta batería de Tré Cool que nos va diciendo en qué momentos debemos apretar el puño con rabia y en cuáles debemos despejar y catalizar nuestra ira, el álbum es una majestuosa ópera rock punk contemporánea.
Para American Idiot (2004), Green Day se alejó de la tradicional forma de composición estructural en la música y prefirió abrirse a un modo diferente de escribir, el cual les trajo un mayor grado de ambición sonora que puede encontrarse principalmente en las canciones más largas del álbum: Jesus Of Suburbia y Homecoming.
Boulevard Of Broken Dreams
La incorporación de una estructura completamente distinta a las canciones anteriores de la banda y la integración de paisajes musicales donde se incluyen guitarras acústicas, pianos e instrumentos de viento e incluso tambores propios de un ritual pagano en Extraordinary Girl, nos entregan un trabajo que pudo haber sido un fiasco experimental, pero terminó siendo la consagración de Green Day.
La clave del álbum reside en la muralla sonora que logró armar el trío, la cual funciona como una orquesta punk que permite que la voz y la lírica pasional y política de Billie Joe Armstrong ingrese a nuestros oídos con un mensaje claro de rebeldía e inseguridad por vivir en la sociedad estadounidense de principios de siglo: bajo la criticada administración de George W. Bush y la guerra de Irak como telón de fondo.
Desde el minimalista cinismo de canciones como Boulevard Of Broken Dreams, Are We The Waiting, Give Me Novocaine o Whatsername; hasta los paisajes más paranoicos como American Idiot, Holiday o St. Jimmy, la historia que nos quiere contar Green Day funciona a la perfección: sonora y líricamente hablando.
American Idiot es un trabajo multifacético que permite a la banda poder explorar, de buena manera, otros espacios de su propio recorrido musical.
Los distintos ritmos y momentos marcados por un excelso protagonismo de la guitarra punzante de Armstrong en Wake Me Up When September Ends, Letterbomb o la propia obra magnánima Jesus Of Suburbia, nos da cuenta que Green Day consiguió no abandonar sus orígenes en torno a un punk directo, vertiginoso y veloz, pero ahora cuenta con una intelectualidad lirica mucho mayor, pues no nos están contando un problema de inestabilidad emocional como em Basket Case, sino que están exponiendo en público la decadencia del sueño americano de forma contestataria.
EL IMPACTO Y EL LEGADO: HEMOS SIDO SALVADOS
Hasta 2014, la placa vendió más de 16 millones de copias a nivel mundial, éxito comercial que le permitió a la banda embarcarse en una gira mundial entre 2004 y 2005, donde realizaron 161 conciertos en Norteamérica, Europa, Oceanía y Japón, además de considerarse como el último álbum de rock verdaderamente exitoso del mundo.
No obstante, a la banda también le significó ciertas polémicas, como la acusación de plagio por parte de Noel Gallagher de Oasis, quién encontraba sospechosamente similar la progresión de acordes de la canción Wonderwall del álbum (What´s The Story) Morning Glory? (Creation Records, 1995) y Boulevard Of Broken Dreams. De todas maneras, la demanda fue rechazada.
De ahí en adelante, Green Day ganó su espacio en el Olimpo del rock.
No solamente por su sonido único y simbolismos arraigados ya en la memoria de la música contemporánea, sino por su motivación política, crítica y pasional que hace de esta banda un espectáculo.
Un movimiento que lo refrenda año a año con sus giras mundiales y sus continuos trabajos que, de una u otra forma, siguen haciendo reminiscencias de aquella banda peligrosamente punk que desde 2015 es parte del Rock And Roll Hall Of Fame.
La Huella de American Idiot
American Idiot dejó una huella imborrable en la industria musical:
1. Desde el impacto social y político que trajo consigo canciones como Wake Me Up When September Ends, que ahora es una bandera gráfica de aquellos elementos criticados de la sociedad estadounidense de principios de la década.
2. La producción del musical de Broadway titulado: American Idiot: The Original Broadway Cast Recording, el cual cuenta la historia del disco y que contó en la producción con la participación de la banda.
3. El impacto cultural y simbólico que hoy en día son el legado de una banda que supo darle una banda sonora a la administración del presidente George W. Bush, a la guerra de Irak y a catástrofes como el huracán Katrina.
Para finalizar, al álbum es un trabajo fuerte, enojado y confusamente perfecto en términos de sonido. No hay ningún momento que sobra del álbum y ningún momento que falte.
American Idiot es el álbum que nos merecemos: los marginados, los inseguros, los contenedores de rabia y de aquellos que aún esperamos la llegada del mesías de los suburbios.
Por ello, es un disco atemporal e infinito, una salvación.
Crítica de álbum escrita por Tomás BascoliENTRADAS RECIENTES
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