Pearl Jam: Con calma y a gusto de todxs

Tras siete años de silencio discográfico, Pearl Jam publica Giganton (2020, Monkeywrech), su onceavo álbum que viene a superar la amarga ilusión de su antecesor Lightning Rooms (2013, Monkeywrech) con un sonido fresco, potente a ratos —aunque no tanto como energía liberada de gigaton— y sin dejar de lado las raíces de Seattle.

Pearl Jam

El álbum es, sin duda alguna, uno de los trabajos más completos que se le ha escuchado a la agrupación en, al menos, los últimos 20 años.

En este punto de madurez —con 3 décadas de carrera y con la carga de ser uno de los precursores del grunch en los 90— da la sensación de que Pearl Jam busca darle cobijo —y por qué no, también mecer— a los fanáticos de su época de oro.

El catálogo de 12 canciones que la agrupación liderada por Eddie Vedder nos presenta está levemente desordenado, derrochando toda la energía posible —que no es mucha que digamos— en las primeras cuatro canciones del listado, mientras que las siguientes 8 caen en un vaivén de ritmos medianamente suaves y apagados, rematando con una sosa melodía que suena igual a cauce de un tranquilo río, dando ganas de que el álbum finalice pronto.

Sin embargo, a pesar de lo negativo que podría sonar el LP con todo lo mencionado, es necesario destacar la diversidad de estilos que plasma el trabajo, desde el sonido punk rock en Superbloof Wolfmoon, la balada country en Comes That Goes, la espacial melodía de Alright e incluso la salida de la zona de confort en el uso de sintetizadores de estilo futurista durante el primer corte promocional Dance of The Clairvoyants.

Incluso alcanzó para incluir una canción de cuna, Buckle up, en la voz de Stone Gossard, su guitarrista, pareciendo que quisieran caerle bien a un amplio público y con justa razón, pues ahora todo el mundo puede encontrar su canción preferida en este álbum.

En cuanto a las letras de las canciones, es evidente mencionar que hay una mayor complejidad en contenido, aunque para ser franco también hay excepciones a esta regla. Criticar al gobierno de turno de Estados Unidos y cuestionar el mundo en que vivimos, como en Quick Escape, ya no es tan guay como antes.

Portada de Gigaton

Se agradece que la agrupación mantuviera la fecha de lanzamiento al 27 de marzo a pesar de la pandemia mundial que impide salir de casa, sobre todo considerando que la industria de la música se mueve más por las giras —que esta vez se verán pausadas— que por las descargas digitales.

En definitiva, a diferencia de los primeros álbumes de Pearl Jam que no buscaban éxito comercial a pesar de que lo lograran, en Gigaton no se aspira a conseguir lo mismo, sino que en conquistar a cualquiera que decida escucharlo, gracias a su jugada estilística que se aferra más a la moderación que a la agresividad de Seattle.

Mi recomendación

Puntuación: 7 de 10.