LinnDrum LM-1: El sonido que definió la década de los 80

A simple vista, artistas como Prince, Michael Jackson, Phil Collins, Madonna, Peter Gabriel y agrupaciones como The Human League, Hall & Oates o Tears For Fears, por mencionar algunas, coinciden en que su período de mayor éxito se concentra en la década de los 80; pero también que el sonido de las percusiones de sus hits publicados no provenían de una batería acústica, sino que de una caja de ritmos, la LM-1.

EL inicio de las cajas de ritmo

¿Pero qué es una caja de ritmos? En simples palabras, es un instrumento musical electrónico como los sintetizadores, que permite crear, modificar y secuenciar principalmente patrones de ritmo de percusión. Eso en esencia, ya que con el tiempo y la evolución de la tecnología, se les han ido agregando diversos elementos.

Por ejemplo, es común que las cajas de ritmos de mediados de los 80 a la actualidad incorporen sonidos de bajo dentro de su gama sonora.

Si vamos más allá, podemos dar cuenta de cómo las grovebox incorporaron sonidos y patrones aún más complejos, haciéndose muy común en los estilos de música electrónica a mediados de los 90.

La pionera CR-78

Las primeras cajas de ritmos programables aparecieron en 1978 de la mano de la compañía japonesa Roland, que puso en el mercado la CR-78 y que se comercializaba como un acompañamiento de ensayo para guitarristas.

Aquel instrumento contaba con un banco de sonidos pre-establecido y pocas variables de programación, como es posible apreciar en la introducción de Heart of Glass de Blondie o dos años más tarde en Vienna de Ultravox.

A pesar de sus limitaciones, la CR-78 fue la piedra angular del modelo de negocio de Roland, que fue evolucionando en nuevos productos de menor tamaño y de mayor calidad, tal como lo menciona Javier Blánquez y Omar Morera en el libro “Loops 1: Una historia de la música electrónica”:

La empresa japonesa Roland pareció verlo claro desde el principio: había que romper el mercado con aparatos pequeños, atractivos y muy específicos. Tenían que parecer juguetes.

El sintetizador de bajos TB-303 (1982) y la caja de ritmos TR-606 (1982) estaban pensados para que cualquier guitarrista pudiera practicar en su propia casa sin más acompañamiento que estas dos minúsculas cajas de plástico plateado

lA LM-1:EL COMIENZO DE LA REVOLUCIÓN

A dos años de la entrada al mercado de la CR-78, Roger Linn (Estados Unidos, 1955), guitarrista entusiasta de la electrónica que nunca tocó batería, irrumpió la industria de la música con la LM-1, una nueva caja de ritmos que, a diferencia de la creada por Roland, sería la primera del mundo en utilizar muestras de un kit de batería real.

Este instrumento nació gracias a la amistad que Linn mantenía con el músico de estudio Leon Rusell, quien desarrollaba cajas de ritmo rudimentarias con el propósito que fueran fácilmente reemplazables por un baterista a la hora de las presentaciones en vivo.

Real Drums - Linndrum - El Blog de Música
Fuente: The Vinyl Factory

En ese contexto, y junto al amplio conocimiento en electrónica que poseía Linn, se motivó a resolver su disyuntiva de querer muestrear sonidos reales y hacerlos caer en una memoria como las que se utilizaban en las grandes computadoras de aquellos años, sin elevar excesivamente su costo.

Si bien Linn es autor de este instrumento, ha señalado en diversas entrevistas que fue  Steve Pocaro, baterista de TOTO, quien primero se le ocurrió la idea de muestrear baterías reales en un chip de computador, y que no recuerda exactamente quién fue la persona que tocó los patrones que finalmente quedaron en la LM-1.

Roger Linn - Linndrum - El Blog de Música

Pero de lo que sí hay seguridad, es que de la LM-1 se fabricaron solo 525 unidades. Algo sorprendente teniendo en cuenta que muchos artistas de gran popularidad de la década de 1980 la utilizaron como su principal proveedora de sonidos percusivos.

Como no era un instrumento masivo, Roger Linn declaró que él se paseaba con un pequeño prototipo por fiestas donde asistían artistas de renombre, a los que lograba convencer para que pre-ordenaran alguna de sus unidades.

Peter Gabriel, Stevie Wonder y la agrupación Fleetwood Mac fueron algunos que no resistieron las ganas de probar el aparato. De esa manera, LM-1 comenzó de a poco a figurar ampliamente en las listas de éxitos en todo el mundo.

lM-1 en la cima

Si tenemos que sintetizar en un artista el uso de este instrumento, ese sería Prince, quien consiguió dotar de una impronta y un carácter único a su obra gracias a la utilización -entre otros instrumentos- de la LM-1. Un sello inconfundible presente en prácticamente la totalidad de su cancionero de comienzos de 1980.

El intérprete de I Would Die 4 U llegó a la cúspide de su carrera con el álbum Purple Rain (Warner Bros, 1984), banda sonora de la película homónima y considerado como una de sus obras maestras.

Gracias a ese trabajo, el compositor consiguió dos premios Grammy en 1985 como mejor interpretación rock y mejor álbum de OST para medio visual, así como un Óscar en la categoría de mejor adaptación musical para un filme.

Aunque si hablamos de popularidad, quién lleva la delantera es Michael Jackson. Su sexto trabajo discográfico, Thriller (Epic Records, 1982), es a la fecha el álbum más vendido de la historia, con más de 60 millones de copias. Allí, entre la amplia gama de instrumentos, se utilizó la Linndrum para ciertas canciones, como por ejemplo el inconfundible beat del primer single: Wanna Be Startin Somethin.

¿Más ejemplos de la presencia de la LM-1 en obras icónicas de comienzos de la década de 1980? La banda sonora de la película Flashdance (Casablanca Records, 1983) que justamente fue la que desbancó a Thriller de Michael Jackson del número 1 del Billboard, dejando a Flashdance…What a Feeling de Irene Cara y Maniac de Michael Sembello como dos de sus tres singles promocionales en la cabeza del Top 100 de Estados Unidos.

Un importante salto tecnológico

Uno de los detalles más innovadores que presentó la caja de ritmos Linn a sus competidores de la época fue utilizar muestras de baterías reales 100% programables. Estos sonidos podían cuantificarse, modificarse e incluso secuenciarse de una forma que jamás se había visto, lo que le permitía al ejecutante tener total dominio del instrumento, ampliando de forma considerable los límites compositivos y de producción.

Además, la LM-1, técnicamente, contaba con un metrónomo digital y 12 muestras de sonido que incluían caja, bombo, timbales, pandero, congas, bajo, aplausos y cencerro, aunque ningún platillo. La polifonía era de 12 sonidos a la vez y permitía cuantificar y programar en tiempo real. Muchas de estas características resultan tan obvias en los secuenciadores actuales, como lanzar hoy un single y promocionarlo en Spotify, pero en ese momento significaron un salto tecnológico importante.

cALIDAD A UN PRECIO ASEQUIBLE

En 1982 se lanzó la Linndrum, una especie de upgrade que llegó a reemplazar a la LM-1 y que destacó por su menor tamaño, su precio mucho más asequible pero con igual calidad y el agregado de sonidos de platillos: un ride y un crash.

Linndrum - El Blog de Música
Fuente: vintagesynth.com

De igual manera, esta versión tenía algunos contras en relación a su predecesora ya que solo se podían modificar los sonidos de caja, toms y congas. A pesar de ello, su éxito fue tal que vendió más unidades que la LM-1 y su sucesora Linn-9000. Y es que si la LM-1 era utilizada por estudios de grabación y cotizados productores, la LinnDrum permanecía en casa de cualquier músico aficionado.

Esta diferencia de precio también se notó en obras artísticas de aquellos años, puesto que la LM-1 fue utilizada por un pequeño grupo de artistas consagrados, mientras que la mayor parte de los nombres ligados al New Wave, New Romantic y Synthpop, que estaban dando sus primeros pasos en esa época, utilizaron la Linndrum como una de sus marcas registradas.

Esta decisión se basó principalmente porque eran artistas que recién estaban comenzando y que muchas veces no contaban con el respaldo económico de las grandes discográficas.

De esa manera, Shout de Tears For Fears; Big in Japan de Alphaville; You spin me round de Dead or Alive; Take my breath away de Berlin, Take on me de a-ha, y un larguísimo etcétera que podría abarcar párrafos y párrafos son ejemplos de la omnipresencia de este instrumento en el género musical que predominó en este periodo.

¿Y en Chile?: Los Prisioneros

Por otro lado, la primera aparición de la Linndrum en alguna canción de un artista chileno vino de la mano de Los Prisioneros con Muevan las industrias, primer sencillo del álbum Pateando Piedras (EMI, 1986).

No es novedad la gran inspiración que significaron distintos artistas de new wave sobre la música del trío proveniente de San Miguel y ya para su segundo LP dejaron de lado el formato de power trío guitarra/bajo/batería para dar paso al uso de sintetizadores y cajas de ritmos que solo habían usado anteriormente para la canción Eve Evelyn.

Durante una autoentrevista de Jorge González que circula por internet, el artista se refirió a la utilización de la Linndrum en Muevan las industrias, indicando que tenían la intención de utilizarla en todo el álbum, pero como había que arrendarla, los ejecutivos del sello discográfico decidieron desembolsar la gran suma solo para el primer single:

“Para Muevan las industrias arrendamos la mejor, que era la Linn, pero como costaba 10 lucas por canción –unos 125 mil pesos chilenos actuales–, la gente que estaba financiando la grabación dijo “no, muy caro”, arrienden una más barata…La diferencia entre la linn y las otras es muy grande, esa es la profesional”

LEGADO

En 1984 fue el turno de la sucesora de la LinnDrum, la Linn 9000, pero que no contó con el éxito que había conseguido el instrumento anterior, ya que en esos años otras compañías como Roland se posicionaron en el mercado, lanzando productos a bajo costo y con la inclusión de otros elementos como los hi hats de la Roland 808, considerada el invento que impulsó al hip hop alcanzar popularidad.

Por su parte, Roger Linn vendió la empresa que fabricó la LM-1, aunque sin dejar de lado el desarrollo de instrumentos.

Años más tarde, trabajó junto a la empresa Akai para diseñar el famosísimo sampler Akai MPC60, el primero de una línea que hasta el día de hoy se mantiene como una de las más importantes en el arte del muestreo. 

Ya entrado el Siglo XXI, Linn ha continuado colaborando en dicha área, transformándose en uno de los desarrolladores de la caja de ritmos Tempest de Dave Smith Instruments, que entró al mercado en 2011.

De cualquier modo, todos estos modelos son inspirados por la Linndrum o la LM-1, desde la distribución de sus botones y pads, hasta en el rescate de algunos sonidos.

En cuanto a sonoridad, prácticamente todos los softwares de producción musical actuales, como Ableton Live, Pro Tools o Logic Pro, cuentan con un banco de sonidos inspirados en la Linn.

El renacer que vivió el new wave durante los primeros años del siglo XXI, de la mano de artistas ligados a la escena alternativa, puso en la palestra nuevamente este tipo de sonido.

Lamentablemente, debido a la dificultad de encontrar alguno de estos modelos originales –recordemos que de la LM-1 se hicieron solo 525 unidades–, se suele recurrir a samples que los emulan.

Un caso excepcional de banda que ha utilizado un modelo original de Linn en su música es el trío Haim, como se puede apreciar en su canción Falling.

Últimamente, estrellas pop como Dua Lipa en Future Nostalgia o The Weeknd en After Hours han publicado álbumes con clara inspiración en los 80, donde la LM-1 continúa siendo vital para lograr una producción de este tipo.

A continuación, puedes escuchar y agregar a tus favoritos nuestra playlist con una detallada selección de hits que utilizaron la LM-1 y la Linndrum:

* Publicación por Carlos Tuñón y Rodrigo Tapia *